sábado, 16 de agosto de 2008

Teleirrealidad

Si hoy es viernes, toca telereality. Un grupo de personas representativo del mundo de las celebridades sobreviviendo en una isla caribeña (¿por qué no lo harán en un refugio de montaña?, ¡ah! ¡los bikinis!), un grupo de personas representativo de la sociedad actual encerrados en una casa llena de cámaras de video, un autobús con otro grupo recorriendo la geografía española y así…

Pero ¡es tan divertido!. Si de pequeños nos llevaban nuestros padres al zoo, no hay razón para de mayores no disfrutar del mismo espectáculo pero con animales mucho más divertidos. Y además con pruebas para hacérselo pasar mal o para que hagan el ridículo. Si nuestros reyes de antaño se divertían con bufones y personas deformes no hay razón para disfrutar del mismo espectáculo de deformidades intelectuales, complejos, envidias y otras divertidas experiencias de los conejillos de indias de la tele.
Y todo por la ciencia. Con lo caro que debe ser todo esto de la tele y lo que se gastan en experimentos sociológicos como estos por el bien de la ciencia. ¡Como los de National Geographic! ¡o la BBC!

El disfrute de las acontecimientos que le ocurren a “otros” es algo que supongo ya habrá sido investigado pero cuyas conclusiones no han sido publicadas. Es algo común a muchas sociedades y en España hay una gran afición. Entiendo la excitación que puede producir la pornografía pero me resulta mas complicado el goce del mirón no pornográfico. ¿existirá la pornografía cotillesca?

¡por favor un psicólogo que lo explique!

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