domingo, 17 de agosto de 2008
Instrucciones para desmontar la melancolía
Síntomas
Pensamientos del tipo "vaya, ya nunca volveré a ser tan feliz", "lo mejor de mi vida ya ha pasado", "si algo maravilloso fuera a ocurrime en mi vida, ya habría sucedido". Autocompasión bien macerada y sensación de imposibilidad absolutamente imposible de recuperar lo perdido son señales de que tal vez estemos desarrollando este mal.
Tratamiento
Un primer paso es informarse de las causas por las que nuestra cabeza se empeña en fustigarnos y añadir problemas a los ya existentes en la vida diaria. Un libro divulgativo como el viaje a la felicidad puede ser de ayuda. La conciencia de que nuestra tristeza y melancolía es algo tan común como un resfriado puede quitarle glamour a nuestras penas y pensar que con algo parecido a una aspirina mental tal vez se nos pase.
Es necesario escribir las penurias, miedos y en general todo tipo de miserias que se padecieron durante los teóricos años en que fuimos tan felices. Casi siempre tenemos algo que nos gustaría meter debajo de la alfombra pero tendemos a olvidarlo y pensar que nunca existió. Testimonio de amigos, fotos y registros personales pueden ayudarnos a recordar que esos maravillosos veranos con nuestros amigos nos despertábamos por la mañana con el sol cociendo la tienda de campaña, bañados en nuestro propio sudor y el del vecino de saco, apestando a tabaco, con un dolor de cabeza atroz y con moscas recorriéndonos la mejilla.
Hay que evitar los lugares húmedos y mal ventilados y sobre todo los programas de tele, libros, películas y cualquier material que se base en recuperar "aquellos años". Pensemos que si se hacen tales obras son porque hay un público que vivió tales años, y que además podrán comprarlas, felices de reivindicar que ellos eran mejores y que la juventud de hoy en día se ahoga en un vaso de agua.
Ejercicios de gimnasia
- Recordar que en cualquier tiempo pasado fuimos más jóvenes pero no fuimos necesariamente más felices.
- Recordar que nos vamos a morir. Se nos suele olvidar por conveniencia pero es necesario saberlo para dejar de moquear y ocuparse de vivir.
- Recordar que hay nuevas músicas, nuevos escritores, nuevas películas y nuevas de todo que tal vez sean mejores que las antiguas. O por lo menos mejores que algunas antiguas.
sábado, 16 de agosto de 2008
Teleirrealidad
Pero ¡es tan divertido!. Si de pequeños nos llevaban nuestros padres al zoo, no hay razón para de mayores no disfrutar del mismo espectáculo pero con animales mucho más divertidos. Y además con pruebas para hacérselo pasar mal o para que hagan el ridículo. Si nuestros reyes de antaño se divertían con bufones y personas deformes no hay razón para disfrutar del mismo espectáculo de deformidades intelectuales, complejos, envidias y otras divertidas experiencias de los conejillos de indias de la tele.
Y todo por la ciencia. Con lo caro que debe ser todo esto de la tele y lo que se gastan en experimentos sociológicos como estos por el bien de la ciencia. ¡Como los de National Geographic! ¡o la BBC!
El disfrute de las acontecimientos que le ocurren a “otros” es algo que supongo ya habrá sido investigado pero cuyas conclusiones no han sido publicadas. Es algo común a muchas sociedades y en España hay una gran afición. Entiendo la excitación que puede producir la pornografía pero me resulta mas complicado el goce del mirón no pornográfico. ¿existirá la pornografía cotillesca?
¡por favor un psicólogo que lo explique!
viernes, 16 de mayo de 2008
La información os hará libres
Estoy preocupado por mi jubilación. Pasan los años y hay que empezar a crear un colchón para cuando llegue la estación de los juegos de petanca y paseos por el parque. Por eso leo la prensa económica para ver si me conviene comprar ladrillos en forma de piso, acciones, fondos de inversión, planes de pensiones o tal vez meter el dinero debajo de una baldosa.
lunes, 12 de mayo de 2008
No, si ya lo decía yo
- Sí, la verdad es que no tienen arreglo, pero bueno, son tal para cual
Los fines de semana es el momento del descanso. Aperitivo, fútbol, excursiones, cines o teatros y sobre todo copas y cenas con amigos. Es el momento de la carnicería. Sí, una costumbre tan española como la de tomar un vinito o cervecita es quedar con los amigos y comentar la actualidad.
Comentar la actualidad es una frase piadosa para el ejercicio metódico de la crítica hacia todo lo que se ponga por delante. La política o el fútbol suelen ser buenos sparrings pero es necesario que los componentes del grupo sean de la misma opción política en el primer caso o de equipos contrarios y rivales en el segundo. Hablar de fútbol sin hacer rechifla del mal momento del equipo contrario no tiene gracia, lo de menos es el fútbol. Poner a parir a políticos implica que todos compartan la misma opinión ya que si no surge la chispa y el mosqueo que puede llegar a más. Lo de menos es la política, lo importante es poner a parir.
¿existe algo mas satisfactorio que la unión de burlas, chistes e ironías sobre algo o alguien? Es algo que nos une que, como dicen los comentaristas deportivos, hace piña, hace grupo y nos hace sentir felices de poder compartir nuestro cabreo. Porque compartimos el cabreo, no tanto la admiración. Y ya el summum, el orgasmo de un comentario de actualidad es poner a parir a un conocido, en algunos casos amigo, que por supuesto no está presente.